LA SEGUNDA FORMA

Ya conociste el cielo...; ahora vas a conocer el infierno.

En verdad quieres conocer la segunda forma?

Segura de que ya no te gustaría seguir jugando?

Estas de pie, desnuda frente a mí, dándome la espalda. Puedo percibir un pequeño brillo de sudor en tu piel. Estas inquietas, has visto en la mesa las cuerdas y junto a ellas los demás instrumentos. Me acerco a ti, te estremeces, deslizo un dedo por tu espalda, desde la nuca hasta el nacimiento de tus nalgas. Te volteas hacia mí pero te lo impido. Tomo una mascada de seda negra, vendo tus ojos. Tu respiración se transforma en jadeo y tu piel brilla más. Coloco un collar de perro en tu cuello con una cadena metálica que cuelga entre tus senos. Tomo la cadena y te llevo al medio del salón donde hay 2 postes con argollas un poco mas altas que tu. Al principio te resistes pero doy un tirón más fuerte y sedes. Ato en tus muñecas un lazo, uno a cada muñeca, así atada con los brazos extendidos a cada argolla. Tu respiración se entrecorta. Sigues pensando en mis manos? Inmóvil como estas derramo en ti aceite perfumado; al contacto con tu piel la erección de tus pezones es más que evidente, se escapa de tu boca un suave quejido...; Mis manos en tu cuerpo esparcen el líquido vertido, comienzo en tu cuello, hombros. Me deleito con la suavidad de tus senos entre mis manos, pellizco con gentileza tus pezones que se mantienen erectos entre mis dedos. Otro quejido, esta vez más fuerte beso tu espalda mientras sigo frotando aceite. Llego a tu hermoso trasero. Una mordida y una nalgada, ahora es un grito el que sale de tu boca. Estoy en tus piernas...; mas aceite. Primero la parte externa, hasta el tobillo y subo por la cara interna de tus pantorrillas, me detengo un tiempo al llegar a tus muslos, y subo...; de forma instintiva separas las piernas ofreciéndome una hermosa vista de tu monte, y distingo el oscuro rosa de tus labios ya húmedos. Termino de ungir tus piernas dejando como postre tu altar de Venus. Separo tus labios y veo el botón de rosa yerto, desafiante, empapado en tu néctar. Sentir la calidez del aire en tan íntimo lugar hace que te sacudas como si de un choque eléctrico se tratara. Me acerco a el, sientes mi respiración y otra vez tiemblas. Mis manos siguen en ti acariciando tu baja espalda y coloco mis labios en tu perla. Siento los espasmos en tu ser, uno tras otro, queriéndote librar de tus ataduras, arqueas tu cuerpo y das un gran bramido.
corto las ataduras de tus muñecas, caes de rodillas. Me suplicas que este dentro de ti...;

Para: Gekko; Una Mujer que me gusta.

Lamento haberme quedado sin crédito. Espero esto lo compense.



ZATIROTEPEC